Capítulo 5

Hoola nabhunianos! Siento mucho el retraso, pero hemos tenido algunos problemas de comunicación unidos a muuchos examenes...
El caso es que ya tenéis aquí el capítulo 5, y adelanto que el 6 no se va a hacer esperar mucho más. Disfrutadlo! ;)

A la mañana siguiente Will se despertó con un brazo entumecido y se giró al darse cuenta de que una cabeza castaña descansaba recostada sobre su hombro. Se separó suavemente para no despertar a la chica, y se alejó un poco para buscar algo de desayunar. La zona estaba repleta de árboles frutales, y finalmente optó por llevarse unas manzanas no muy grandes que parecían bastante jugosas.
Se acercó al riachuelo para lavarlas y vió en el agua el reflejo de un chico de pelo rubio largo muy desordenado y unos ojos verdes esmeralda. La orilla estaba llena de un barro muy resbaladizo, y casi sin darse cuenta, cayó al agua. Maya se despertó al escuchar los gritos de Will y se acercó corriendo a la orilla del río. Sin dudarlo un momento, se lanzó al agua y como era buena en natación no tuvo problemas en arrastrar al chico hacia la orilla.
Ambos estaban empapados, y Maya intentaba despertar a Will, que se había desmayado.

-Will, despierta, por favor...

Maya posó su cabeza sobre el pecho del muchacho, para ver si aún respiraba. No pudo evitar dejar escapar un breve suspiro de alivio cuando el chico abrió los ojos y tomó una fuerte bocanada de aire. Al sentir a Will tan cerca de ella se ruborizó, se separó al instante de él y le dijo, muy seria:

-¿Se puede saber cómo te has caído al río?

-Pues… -Will pensó que estaba haciendo, porque seguía un poco confundido- estaba lavando las manzanas para el desayuno -terminó enseñándole las manzanas a la chica con una enorme sonrisa cargada de inocencia.

La chica se echó a reír.

-¿De qué te ríes?

-De tu cara, es muy… graciosa -dijo la chica entre carcajadas.

-¿A sí? Pues yo sé que te va a causar aún más risa -dijo el chico pícaramente mientras se tiraba encima de su nueva amiga a hacerle cosquillas.

Ninguno de los dos podía parar de reír, haciéndose cosquillas el uno al otro.

Hubo un momento en que Will quedó muy cerca de Maya, mirándose a los ojos. Will se iba acercando cada vez más, y de repente escucharon un sonido atronador.

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaa! -gritaba Lucía mientras caía del cielo.

Will corrió a ayudar a la chica y Maya lanzó una exclamación de sorpresa al reconocer a su amiga.

-¡Lucía!

-¿La conoces?

-Es de mi mundo... por favor ¡ayúdala!

-Tranquila, vamos a ayudarla -dijo Will corriendo aún más rápido.

Tras la caída de Lucía, Will la ayudó a incorporarse. Un segundo desgarro en el cielo anunció el descendimiento  Erik, que amortiguó la caída con ambos brazos. Se levantó rápidamente y observó como Will sostenía en brazos a Lucía. La ira lo inundó, e inconscientemente se llevó la mano a su espada, que desenvainó con rapidez y se lanzó contra Will. El joven reaccionó a tiempo, dejando a Lucía a un lado y esquivando la primera estocada que Erik le acababa de lanzar.

Maya le gritó con todas sus fuerzas, pero Erik no podía oírle, sólo podía pensar en destruir a aquel joven que había estado a punto de hacerle daño a Lucía.  

Will sacó una pequeña daga dorada que llevaba prendida al cinto y Maya al verla le gritó al chico:

-¡No Will, es mi hermano!

Pero para su sorpresa, Will tampoco la escuchó.