Acabo de volver de vacaciones, y Mari y yo tenemos las pilas recién cargadas para empezar fuerte. Esta tarde os dejo el capítulo 12, el cual escribí mientras me encontraba en la hermosa ciudad de Praga (una fuente inmensa de inspiración). Espero que os guste, gracias.
-Entonces, ¿estás seguro de que vamos por el camino correcto?
Hacía más de dos días que caminaban rumbo a Clanderdon y Maya empezaba a sentirse muy cansada. La cueva de Will estaba situada a una cierta altura, por lo que el descenso había sido agotador. Ahora se hallaban en una llanura árida que se extendía hasta más allá del lugar que sus ojos acertaban a vislumbrar. El calor era insoportable y el agua empezaba a escasear. La que peor lo llevaba era Susi. Había sido una sorpresa para todos descubrir que no era una sirena, sino una aquem, una de las razas de Nabhún. Los aquem no sólo podían respirar y nadar sin problemas en el agua, sino que podían cambiar sus colas por unas piernas escamosas acabadas en pies palmeados cuando entraban en contacto con la tierra. Pero aún así debía estar hidratándose constantemente y el calor la debilitaba mucho.
-¿Te quieres callar? ¡Ya es la tercera vez que me lo has preguntado! Maya, me sé el camino de memoria, he ido a Clanderdon demasiadas veces…
-¿Por qué has ido tantas veces?
Will la miró muy serio, después esbozó una breve sonrisa y se encongió de hombros.
-Cosas de palacio, simplemente tenía la obligación de ir como heredero al trono de Nabhún.
-Ah, es verdad, el principito tiene muchas responsabilidades… ¿Pero falta mucho para llegar? -Se burló Erik interrumpiéndolos.
Will ni siquiera pareció inmutarse ante el despectivo comentario del joven.
-¿Sois todos tan impacientes en vuestro planeta? Una de las cualidades más importantes de todo caballero debe ser sin duda la paciencia, no lo olvides nunca listillo. -Erik le lanzó una mirada de advertencia.- Pero ya veo que a vosotros os queda poca, así que mejor os diré que ya hemos llegado.
Todos se giraron en todas direcciones buscando la Torre de Clanderdon, pero allí no había nada. Will les estaba tomando el pelo.
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